viernes, 8 de mayo de 2009

14.- ¿CÓMO CUIDAR NUESTRO HÍGADO? parte 2

· CÓMO CUIDAR NUESTRO HÍGADO
(segunda parte)·

Las consecuencias de no cuidar el hígado incluyen obesidad, una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares, fatiga crónica, dolores de cabeza, problemas digestivos, alergias y muchos otros males. Y aunque el sistema inmunológico protege nuestro organismo de muchos peligros, es el hígado el que protege al sistema inmunológico de la sobrecarga.


¿Sabías que una de las principales causas por las que te pueden salir granos es por un mal funcionamiento hepático?

Una de las causas más comunes del acné es el mal funcionamiento hepático. Al ser el hígado un órgano encargado de depurar la sangre, su mal funcionamiento, ya sea porque tienes una alimentación desequilibrada o porque tu hígado está débil, terminará repercutiendo en algunos problemas cutáneos.Por eso mismo, lo ideal es mantener al hígado en perfectas condiciones, si es que intuyes que el problema puede venir de ahí. Evita las ingestas de alimento desequilibradas, come mesuradamente, incorpora muchos vegetales, elimina las grasas, las frituras, los chocolates y el alcohol. A continuación te presentamos algunas recomendaciones para mejorar el funcionamiento del hígado y evitar problemas cutáneos y muchos más padecimientos ya antes mencionados.


Los Doce Principios Esenciales para Mejorar el Funcionamiento del Hígado:


UNO.- Escucha a tu cuerpo. No comas si no tienes hambre. En su lugar toma un zumo natural, una fruta, una pequeña ensalada o un vaso de agua. De la misma manera, no pases hambre si tienes apetito. Muchas personas planean sus horarios alimenticios en torno al reloj y así comerán por ejemplo a las 8:00am, a la 1:00pm y a las 7:00pm., llueva o truene, con apetito o sin él. Es mucho más saludable establecer tus horarios de comida alrededor de tu apetito y darle poca importancia al reloj. Si tienes la costumbre de comer en horarios regulares cuando no tienes hambre, tu hígado trabajará en exceso y básicamente sufrirá con excesivo ajetreo.

DOS.- Bebe de 8 a 12 vasos diarios de agua pura ó mineral ya que ayuda a limpiar el hígado y los riñones y a perder peso. El cuerpo necesita pequeños y frecuentes sorbos de agua, de otra manera las células se encogen por deshidratación y sus membranas se secan. Las personas que no beben agua corren un riesgo mayor de contraer la enfermedad de Alzheimer. Evita grandes cantidades de líquidos durante las comidas.

TRES.- Evita consumir grandes cantidades de azúcar, especialmente azúcar refinado, ya que el hígado lo convertirá en grasa y colesterol. La grasa puede ser causante de degeneración de los órganos o puede ser transportada a zonas tales como los muslos, glúteos y abdomen para su almacenamiento. Llegará un momento en el que los triglicéridos de la sangre serán demasiado elevados y esto está asociado con un incremento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Evita todos los edulcorantes artificiales ya que son tóxicos para el hígado y causan hipoglucemia y fatiga. Si necesitas comer algo dulce, toma fruta fresca, fruta escarchada, miel o melazas.

CUATRO.- No te obsesiones midiendo las calorías. Si sigues los planes de comida y alimentos de la Dieta de Limpieza del Hígado, gradualmente tu hígado mejorará y en consecuencia, la pérdida de peso. Es mucha más la gente que muere por comer por exceso que por defecto. Así que cojamos la costumbre de comer menos una vez que el apetito ha sido saciado. Ignora la báscula del baño ya que el objetivo es limpiar el organismo y rejuvenecer todo el metabolismo, no solamente perder peso. La pérdida de peso vendrá de la mano con la mejora del funcionamiento del hígado. ¿Por qué preocuparse mirando lo rápido o lo lento que el cuerpo pierde peso?

CINCO.- Evita los alimentos a los que puedas ser alérgico o que sepas por experiencias pasadas que no te sientan bien. Mastica la comida lenta y concienzudamente, ya que la digestión empieza por la saliva cuando ésta se mezcla con los alimentos en la boca.
A medida que se envejece, la producción de ácido clorhídrico en el estómago es, a menudo, inadecuada para la eficiente digestión de las proteínas.

SEIS.- Presta atención a la buena higiene intestinal ya que el hígado debe filtrar y destruir cualquier bacteria y virus presentes en la comida. Demasiados organismos dañinos, tales como la salmonela y la bacteria shigella, pueden dañarnos seriamente e incluso dañar permanentemente el hígado. Para reducir este riesgo, come alimentos que sean frescos, y evita el recalentamiento regular de los alimentos, ya que un buen caldo de cultivo para las bacterias son los alimentos cocinados, especialmente la carne. No calientes nunca la comida más de una vez. Y siempre lávate las manos antes de comer. Evita especialmente las carnes en conserva.

SIETE.- No comas si te sientes tenso o ansioso ya que durante estos estados la corriente sanguínea es desviada de los intestinos e hígado a otras zonas del cuerpo.

OCHO.- Trata de consumir productos biológicos frescos y libres de pesticidas. Si consumes huevos y pollo, que sean siempre de corral. Compra productos que contengan ingredientes naturales y evita los alimentos procesados que contengan sustancias químicas artificiales tales como conservantes, colorantes, aromatizantes y edulcorantes artificiales.

NUEVE.- Obtén las proteínas de diferentes fuentes, incluidas las legumbres. La Dieta de Limpieza del Hígado contiene algo de pollo (preferiblemente de corral), pescado y huevos. De todas formas hay muchos platos en los cuales la proteína se obtiene de las legumbres, granos, cereales, frutos secos y semillas. Las proteínas de primera clase procedentes de la combinación de estas fuentes son tan completas como las proteínas de origen animal y contienen los 8 aminoácidos esenciales. Recuerda visitar a tu médico para que te de la dieta adecuada para que tengas una vida sana y un hígado sano..

DIEZ.- Elige bien el pan y el relleno. Es importante comer solamente pan de buena calidad en la Dieta de Limpieza del Hígado. Vete a una tienda de comida natural y compra pan que no contenga sustancias artificiales. Si tienes el colon irritable, consume pan de harina molida, ya que tiene una textura fina, y está libre de pequeños granitos. Prueba distintas variedades de pan para reducir alergias, prueba el de centeno, de trigo, de maíz, de avena, de cebada y demás que puedas encontrar en tiendas de alimentos naturales. Para algo más ligero, prueba crackers de arroz, de centeno o pan de pita sin levadura. Si eres alérgico a la levadura, consume pan sin levadura o una barra de masa agria. Evita la margarina y/o mantequilla, si necesitas algo para extender sobre el pan utiliza aguacate fresco, humus o tahín.

ONCE.- Evita el estreñimiento comiendo mucha fruta fresca y vegetales y bebiendo agua a lo largo del día. Evitando el estreñimiento evitarás el crecimiento de organismos no deseados en el intestino grueso. Para aumentar la cantidad de acidophilus benignos y otras bacterias lactobacillus, puedes consumirlos en forma de yogur de soja o en polvo.

DOCE.- Evita las grasas saturadas o en mal estado. Estas grasas insalubres pueden dañar el hígado con los cambios característicos de un "hígado obeso" similar a aquel de los consumidores de alcohol.






















¡¡¡Recuerda consultar a tu médico para que te de un plan para mantener tu hígado sano!!!

13.- ¿CÓMO CUIDAR NUESTRO HÍGADO? parte 1

· ALGUNAS RECOMENDACIONES ACERCA DE CÓMO MANTENER NUESTRO HÍGADO SANO·







Tu hígado es como un pollo asado, bueno, al menos en términos de peso y medida, por lo demás es completamente distinto. Recibe el 25% de la sangre que bombea el corazón (más de medio litro por minuto) y cada día pone en marcha la bilis necesaria para disolver la grasa. Sin ello te sería imposible digerir la comida o procesar las grasas de tu cuerpo.

Y no sólo eso, tu sangre estaría llena de aguas residuales y tu nivel de colesterol se cargaría los sensibles aparatos de medición que hay en los laboratorios. Y aún así, el hígado no tiene el reconocimiento del corazón o el riñón. Excepto cuando algo no funciona.



Como la mayoría de los hombres, seguramente lo dañas a diario y ni siquiera lo sabes. ¿Bebes? ¿Te hinchas a fármacos con cada pequeo dolor o molestia?. Todo esto no es más que una guerra química contra este órgano tan importante de tu cuerpo. Así que lo mejor es que sigas estos consejos antes de que sea demasiado tarde:


Es importante que controles el número de copas, quizá no seas consciente que ocho copas no son tantas y que al día siguiente no estás tan mal. Pues querido amido, estás muy equivocado. El “filtro de cerveza” de tu cuerpo se hincha con glóbulos de grasa y entonces se vuelve amarillo. Esto puede desarrollarse literalmente de la noche a la mañana, así que deja que descanse unos días y aplaza esa juerga que tienes el día siguiente a la resaca.


Cuidado con el Gelocatil!, cada vez que tomas paracetamol (el ingrediente activo del Gelocatil o Eferalgan) se libera otro derivado dañino. Tu cuerpo puede soportar pequeñas cantidades de esa sustancia, pero grandes dosis de una sola vez empiezan a destruir las células del hígado. Si necesitas tomar algo para ese dolor de la cabeza producido por la resaca mejor que sea ibuprofeno.


No está de más un poco de ejercicio al día, una pequeña sesión de footing o un paseo andando de una hora es perfecto para mantenerse en forma y que tu hígado también lo esté. Beber agua mineral en abundancia y tomar fruta y verdura.





Luego, lo más importante es hacerse un chequeo exhaustivo, al menos una vez al año, los resultados de la analítica reflejarán cualquier anomalía en tu organismo, es una manera de prevenir posibles enfermedades como la hepatitis B o la C, la más peligrosa.



Amigos del Hígado:
• Ejercicio físico.
• Hidratos de carbono : frutas – papa – yuca – plátano.
• Glucagón.
• Pescados (mar).
• Proteínas vegetales.
• Proteínas Animales. Sin colesterol.
• Serenidad.

Enemigos del Hígado:
• Butazolidina.
• Propoxifeno.
• Antitiroides.
• Dabinese.
• Tolbutamida.
• Anabolizantes.
• Isoniacida.
• Cincofeno.
• Oxitetraciclina.
• Eritromicina

Así que ten en cuenta que todos los órganos tienen un límite y que sólo estarán sanos hasta la vejez si los cuidas desde un principio, quién si no será el encargado de limpiarte la sangre, o quemar las grasas que te sobran, ¿necesitas más motivos para tratarlo bien?

¡¡¡CUIDA TU HÍGADO!!!

 
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